Skip to main content

En las últimas décadas, la seguridad de las abejas ha sido un tema de discusión frecuente en comunidades científicas y no científicas. Las abejas desempeñan un papel importante en el mundo y cualquier preocupación por ellas debe tomarse en serio. Siendo uno de los principales polinizadores de la naturaleza, las abejas son una parte fundamental de la agricultura y la producción de alimentos. En todo el mundo, casi un tercio de los cultivos depende de polinizadores como las abejas para que las plantas produzcan cualquier cosa. Solo en Estados Unidos, hay más de 100 cultivos dependientes de polinizadores plantados cada año con un valor económico de aproximadamente 20 mil millones de dólares. Esto no incluye productos no vegetales como la miel y la cera, que también son utilizados por los seres humanos. Desde el punto de vista alimentario, las personas estarían en serios aprietos sin la participación de las abejas y otros polinizadores.

Pero, ¿qué se puede hacer para salvar a las abejas?

Las abejas son importantes no solo para la producción de alimentos, sino que también son necesarias en el ciclo de vida dentro del ecosistema. Dado que las plantas son estacionarias, necesitan la ayuda de otras fuerzas para reproducirse, es decir, para ser polinizadas. Polinizadores como las abejas recogen y depositan material genético (por ejemplo, polen) de las plantas mientras se mueven de una planta a otra, simplemente entrando en contacto con ella. Esto no solo permite la reproducción de las plantas, sino que también ayuda a promover la biodiversidad, ya que a menudo lo hacen para miles de plantas en un área que se extiende por millas. Por ejemplo, el polen que una abeja deposita en una flor podría provenir de otra que se encuentra a millas de distancia. Esta diversidad permite que las plantas sean más fuertes y saludables, lo que las capacita para prosperar y resistir enfermedades dañinas. Esto beneficia no solo a la vida vegetal comestible, sino también a las plantas no comestibles que pueden servir a otros propósitos para los seres humanos y en la naturaleza.

¿Por qué la necesidad de justificar su importancia y preocuparse por su seguridad? En primer lugar, las poblaciones de abejas están disminuyendo constantemente en todo el mundo, tanto en la naturaleza como en la producción comercial o privada. Algunas teorías atribuyen la culpa al aumento en el uso de pesticidas que matan a las abejas junto con plagas no deseadas en las prácticas agrícolas. Otros señalan la destrucción intencional y no intencional de hábitats naturales y colmenas por parte de los seres humanos que las encuentran en lugares como sus hogares, patios y granjas, y en áreas urbanas. También existen plagas, como el ácaro Varroa, que asolan y destruyen las colmenas a menos que se les brinde cuidados y tratamientos exhaustivos. La enfermedad de Nosema es una preocupación más reciente y ha comenzado a propagarse en poblaciones de abejas europeas. Nosema es causada por dos cepas de hongos parásitos y puede afectar a colonias enteras al reducir la duración de vida colectiva de su población y eliminar la fase de crianza de crías para muchas abejas adultas. Muchas de estas amenazas son controladas o enfrentadas por apicultores, tanto profesionales como aficionados, pero no es una práctica que muchas personas estén adoptando.

Entonces, ¿qué se puede hacer para ayudar a las abejas y limitar algunos de los daños si no eres un apicultor o de todos modos un experto en estos temas? La mayoría de los expertos recomiendan evitar el uso de pesticidas en el hogar, dejar en paz a las colmenas y colonias y proporcionar platos poco profundos o fuentes de agua para que las abejas beban. También puedes contactar a un apicultor profesional para que retire colmenas y colonias que representen un peligro para ti y tu hogar, o que estén en peligro. También se recomienda plantar plantas amigables para las abejas con colores vivos en tu hogar y jardín, y es también la forma más común de ayudar a las abejas.

Otra opción popular y una alternativa preferida a un jardín tradicional para aquellos que pueden tener limitaciones de espacio o discapacidades son los jardines en contenedores. Estos suelen ser una planta por contenedor, aunque es posible plantar varios según el tipo y la propagación de la planta y el tamaño del contenedor. Los jardines en contenedores tienden a ocupar menos espacio, son más fáciles de manejar y se pueden hacer incluso con un presupuesto limitado en comparación con un jardín tradicional, pero aún así tienen el mismo efecto. Cuando planifiques tu jardín en contenedor, considera factores como dónde estará (espacio disponible, accesibilidad, etc.), qué quieres plantar y cuánto, así como los requisitos de cuidado para lo que plantes. Busca plantas que tengan una sola flor (mayor producción de néctar), sean nativas de tu área y duren durante toda la temporada de crecimiento para proporcionar una fuente constante de alimento. Asegúrate de mantener tus contenedores en un lugar donde puedan prosperar y donde las abejas no serán molestadas. Así es como puedes salvar a las abejas.